
La película es bastante menos dura de lo que me esperaba, aunque hay en momentos que se te puede llegar a escapar una lagrimita (a un hombretón como yo no eh, bueno vale sí, lloré hostia) pero lo que me sorprendió es la gran actuación de Ben Tibber (el niño que encarna a David, el protagonista). Muestra en su cara durante toda la película los horrores que tuvo que ver y sufrir durante su estancia en el campo de concentración ruso. En resumen que la película me ha parecido muy bonita aunque en muchos casos lo que cuentan no parece creíble del todo, porque consigue escapar facilmente de Bulgaria (donde en cuestión tendrían que detectarlo facilmente) y las peores cosas le pasan en Italia. Aún así me gusta la manera que utiliza los flashback el director para hacernos descubrir cosas nuevas sobre la trama de la película. Además me parece que el final se desarrolla bastante rápido. Bueno eso, que pese a todas estas críticas, la película me gustó y la recomiendo.
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