
Si una señora apalea a un burro hasta matarlo, lo mismo, se le hace pagar una multa y además todos los medios de comunicación la crucifican y la ponen como ejemplo con la hipócrita lucha española a favor de los derechos de los animales.
Otra zumbada de esas, sale al balcón, pregunta al vecino si ve si pasa alguien por la acera y cuando le dicen que no, va y tira a su perro por la ventana porque no le deja dormir. Es la gota que colma el vaso y en Madrid se monta una manifestación multitudinaria para condenar el maltrato a los animales.
Ya claro, pero si en Tordesillas sueltan a un toro en el pueblo, lo guían hasta una vega y por el camino le van clavando lanzas de unos 33cm, hasta matar el animal, eso no se condena, al revés, al "cabestro" que consigue darle el golpe de gracia, se le trata como un gran héroe, y se le da una medalla de oro y una lanza de hierro forjado. Ah y también le dan derecho a cortarle los testículos al toro, clavarlos en la lanza y mostrarlos como maquiavélico trofeo.
Tampoco pasa nada, si por diversión, encerramos a un toro en una plaza, le clavamos banderillas para dañarlo y desangrarlo, mientras lo mareamos de un lado para otro hasta clavarle una espada y matarlo, eso no es motivo de indignación social. De hecho si lo mata bien y la gente se divierte, puede llevarse las orejas y el rabo e incluso pueden sacarlo a hombros de la plaza. Para más inri, si el torero sufre algún percance, decenas de programas de televisión se harán eco interesándose por la vida del gran héroe español.
El perro apaleado, mataba las gallinas del dueño, el burro, no ayudaba en los labores del campo y el perrito, no dejaba dormir a la señora (lo cual no justifica el maltrato, claro está). En cambio el toro, sufre torturas y vejaciones por el mero hecho de ser toro, por divertir a unos cuantos burgueses que creen que viendo como se ensarta y se desangra un animal, son más españoles o yo que sé. Simplemente, me gustaría recomendar a ese gran sofisticado elenco de aficionados al toreo, que nunca condenen un maltrato a un animal, pues ellos, como público, son los que ayudan a que un maltrato legal a los animales, el llamado arte del toreo, siga vivo, pues si nadie fuese a verlo, se acabaría con la mal llamada fiesta nacional, la hipocresía nacional.
3 de esos que comentan:
Cuánta razón tienes. Acabemos ya con las torturas folclóricas.
Ya lo djo Kant en el siglo XVIII (y mira que era clerical y de extrema derecha, pero vamos, hasta el tuetanillo)... "España es un país aún demasiado cruel, no hay más que ver las corridas de toros". O algo parecido, no recuerdo la frase exacta. Salud.
si al final me haré adicta a tu blogochof, en canarias están prohibidos los toros, que suerte ser de allí :P
claro que ahora vivo en la capital del reino, me cachis!!
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